¿Cómo organizar un debate?
Un debate es una técnica, tradicionalmente de
comunicación oral, donde se expone un tema y una problemática. Hay integrantes,
un moderador, un secretario y un público que participa. No se aportan
soluciones, sólo se exponen argumentos. Adicionalmente y con el desarrollo de
las nuevas tecnologías, se admite que el debate puede realizarse, mediante la
comunicación escrita, por medio de los llamados foros de internet, donde
también encontramos la figura del moderador, los integrantes, que serán
aquellos que redacten hilos de discusión, el público, que lo formarán los
lectores, y el secretario que lo representa la propia herramienta informática.
La condición de un 'debate' se da en el distinto
punto de vista que guardan dos o más posiciones antagónicas en torno a un tema
o problema.
Elegir un tema de interés para todo el público que
tenga controversia y preparar los contenidos teóricos.
Escoger un moderador, quien determina el esquema de
trabajo que en algunos casos puede ser un cuestionario con preguntas elaboradas
de tal manera que susciten la controversia.
Conformar
partes (grupos) que defiendan o ataquen los planteamientos en pro y en contra.
Normas para su realización
Durante el
debate el moderador debe:
*Poner en consideración el objetivo del tema.
*Anunciar el tema y ubicarlo dentro del proceso.
*Describir la actividad.
*Formular la primera pregunta y dar la palabra en
orden a los participantes.
*Desempeñar durante la discusión el papel de
moderador.
*Terminar el debate, el secretario tratará de
llegar al consenso sobre las conclusiones.
*Realizar la evaluación con la asamblea.
*Coordinar las intervenciones de todos los
participantes
Recomendaciones para debatir
Para desarrollar y llevar a buen término los
ejercicios de Debate, resulta muy importante que, tanto el emisor como el
receptor, consideren los siguientes puntos:
·
No se trata de imponer el punto de vista
personal, sino de convencer usando la exposición, la argumentación y la
contra-argumentación.
·
Escuchar al otro antes de responder.
·
Ponerse en el lugar del otro.
·
Ser breve y concreto al hablar.
·
Ser tolerante respecto a las diferencias.
·
No subestimar al otro.
·
No hablar en exceso para así dejar intervenir a
los demás, evitando la tendencia al monólogo y la monotonía.
·
No burlarse de la intervención de nadie.
·
Evitar los gritos para acallar al interlocutor.
·
Hablar con seguridad y libertad, sin temor a la
crítica.
·
Acompañar las críticas con propuestas.
·
Oír atentamente al interlocutor para responder
en forma adecuada.
·
Articular correctamente los sonidos, empleando
un tono de voz adecuado a la situación concreta de entonación y al contenido
del mensaje (interrogación, exclamación, sonidos indicativos de fin de
enunciación, pausas, etc).
·
Adecuar el vocabulario que se posee a la situación
comunicativa del momento y ampliarlo para conseguir precisión léxico-semántica.
·
Evitar las palabras y giros idiomáticos
desgastados y los propios del registro lingüístico informal, pues en la sala de
clases o en la situación comunicativa de un debate se impone el registro
lingüístico formal.
·
Conviene arribar a conclusiones al final del
debate.
- Elaborar
una tesis que se defenderá a lo largo del debate.
- Utilizar
al menos dos argumentos de cada tipo a lo largo del debate:
- Argumentos basados en opiniones generalizadas o en el sentir
general de la sociedad.
- Argumentos de autoridad.
- Argumentos basados en datos objetivos o hechos.
- Argumentos basados en ejemplos particulares.
- Refutaciones (negar los argumentos contrarios a la tesis).
- Y, por supuesto, argumentos basados en el razonamiento
lógico propio.
- Utilizar
marcadores del discurso y fórmulas para iniciar nuestras intervenciones.
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